lunes, 26 de mayo de 2008

domingo, 25 de mayo de 2008

Un día en mayo


¡TIMIZA TIENE HUMEDAL
Por Clorantropo
Timiza, palabra sonora, relativamente breve y muy particular. Este vocablo de origen Muisca expresa la idea de un “territorio de grandes aguas”1. Pero, ¿a cuáles aguas se refiere? Remontémonos al pasado: antes de la llegada del invasor español, el occidente del gran territorio de Bacatá estaba conformado por extensas y numerosas chucuas (cuerpos de agua provistos de vegetación acuática, hoy llamados humedales), circundadas por bosques e interconectadas entre sí por múltiples ríos y quebradas que nacían en los cerros orientales.
Durante la conquista, bajo la espada y la cruz, perecieron no sólo hombres, mujeres y niños sino además, bosques de encenillos, alisos, arbolocos, duraznillos, gaques, arrayanes y muchas otras especies con valor sagrado para nuestros aborígenes, sin los cuales el agua se fue retirando paulatinamente.Con la llegada de la época republicana la población santafereña crece y se disemina desde la antigua zona de la Candelaria hasta fusionarse, hacia el siglo XX, con los antiguos municipios de Suba, Engativá, Fontibón y Bosa. Este proceso histórico de urbanización marcó una dramática reducción en las áreas de humedales de 50.000 hectáreas antes de la irrupción de Jiménez de Quesada, a cerca de 600 en la actualidad.Es importante señalar que “los humedales son ecosistemas de gran valor natural y cultural, constituidos por un cuerpo de agua permanente o estacional de escasa profundidad, una franja a su alrededor que puede cubrirse por inundaciones periódicas (ronda hidráulica) y una franja de terreno no inundable (zona de manejo y preservación ambiental)”2. Cumplen funciones como regulación de caudales de los ríos durante las crecientes, depósito de aguas lluvias y suministro de hábitat para flora y fauna.Pues bien, la zona de hace parte de la cuenca del río Tunjuelo (territorio cuyas aguas afluyen a dicho río) y poseía importantes extensiones de chucuas (aunque ya no las tiene, un barrio vecino se llama así y fue construido mediante relleno y desecación progresiva de estos ecosistemas). En la memoria remota de algunos habitantes fundadores del barrio Timiza, se vislumbran los paseos dominicales al Lago Timiza, donde las familias compartían un encuentro natural con árboles, arbustos, juncos, patos, tinguas, curíes, ranas y libélulas; además eran frecuentes los almuerzos campestres, los paseos en lancha, y, en ocasiones, hasta la cacería.
Es claro entonces, que el actual Parque Metropolitano Timiza anteriormente era parte de un gran y diverso humedal, la permanencia de especies de aves como monjitas, chisgas, garzas bueyera y real, golondrinas, mirla, sirirí y gavilán bailarín, lo demuestra. Incluso la ranita verde y las libélulas se resisten a desaparecer, a pesar de prácticas como la fumigación periódica del espejo de agua del Lago que la administración del parque efectúa sin criterios ecológicos, olvidando que el ecosistema acuático se encarga por sí mismo de regular las poblaciones de zancudos mediante renacuajos, insectos, y otros animales que se alimentan de sus larvas y adultos. Además, al retirar de forma periódica las plantas acuáticas nativas que crecen en el cuerpo de agua, se niega la posibilidad que aves representativas y en peligro como las tinguas puedan alimentarse y permanecer en este hábitat ancestral (cerca de 20 de estas aves con sus crías se establecieron en el Lago del Parque por un lapso de cuatro meses hacia finales de 2003 y principios de 2004, cuando no se removió dicha vegetación durante el cambio de administración).
Por otra parte, frente al barrio Lago Timiza, al interior del bosque de acacias establecido en la ribera norte del Río Tunjuelo, se ha venido conformando un pequeño humedal producto del depósito de las intensas precipitaciones ocurridas durante 2006 y 2007, además, como el cauce del Tunjuelo no se ha rebosado durante el presente año, se han dado las condiciones para restablecer este ecosistema. Este evento antiguamente se reiteraba a lo largo de la cuenca del río y hace parte de su dinámica natural. Durante una exploración que adelantamos en el mes de julio, observamos allí un espécimen cada vez menos frecuente en nuestro territorio: una tingua azul Porphyrula martinica, especie de ave migratoria que vuela hasta la Sabana de Bogotá en búsqueda de alimento (plantas, larvas y moluscos acuáticos) y lugares de nidación durante cierta temporada del año3. En consideración a esta bonita ave de plumaje azul iridiscente, pico rojo y amarillo, y patas largas con dedos lobulados que les permiten caminar sobre la vegetación flotante4, se bautizó este entorno como HUMEDAL LA TINGUA AZUL.
En julio de 2007 se realizó una jornada de trabajo colectivo y sensibilización ambiental con cerca de 50 personas, entre amigos y vecinos, buscando mejorar este hábitat recogimos basuras y abrimos el espejo de agua retirando parte del buchón que lo cubría. Durante este mes se observó la tingua azul en reiteradas ocasiones, incluso conviviendo con vacas que pastorean allí de manera contraria al uso como reserva destinado a las áreas de ronda hidráulica. Hacia la segunda jornada efectuada en agosto no la observamos, y aunque guardamos la esperanza de que se encuentre en otras latitudes, es posible que haya sido víctima de un depredador animal o humano. En septiembre, efectuamos un recorrido con funcionarios de la Gerencia Ambiental de la Empresa de Acueducto, donde se tomaron muestras de sedimentos del lugar y en otros puntos de la ribera sur del río Tunjuelo, con el propósito de investigar y aportar elementos técnicos par su reconocimiento como áreas de importancia ecológica para nuestro entorno y la ciudad.
Como es costumbre, hacemos una invitación a la comunidad de Timiza y sus alrededores, así como a cualquier habitante del planeta interesado en su conservación, a que se vinculen a las MINGAS que seguiremos desarrollando en éste y otros escenarios con el propósito de reconocer sus atributos naturales y rescatar la memoria del Territorio Techotiva o Comarca de La Laguna Grande, nombre autóctono de nuestra localidad.
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1 José García, Antropólogo e investigador. Comunicación personal según fuentes del Archivo General de la Nación.
2 DAMA. 2006. Política de humedales del Distrito Capital. Alcaldía Mayor de Bogotá.
3 Asociación Bogotana de Ornitología. 2000. Lista de chequeo de las aves de Bogotá.
4 Steven Hilty , William Brown. 2001. Guía de las aves de Colombia. American Bird Conservancy. Universidad del Valle. Sociedad Antioqueña de Ornitología.











































Actividades en la Tingua

Estas son imágenes de las actividades de recuperación que ya llevan un año largo, que no es poco.