Esta es la tingua azul observada en varias oportunidades durante 2007 por la cual se denominó de este modo el lugar. Gracias a sus largos dedos separados y provistos de lóbulos puede caminar sobre la vegetación superficial del cuerpo de agua buscando alimento y refugio.
Abajo en una inusual foto podemos observar a la misma tingua subida sobre el dorso de una de las cerca de 30 vacas que pastorean en la zona -como si se tratara de una gran finca lechera en medio de la ciudad, sin pagar impuestos e ignorando las medidas mínimas de salud animal e higiene para la producción láctea-. Sin embargo es un ejemplo de convivencia, posiblemente el ave estaba librando de parásitos a la piel de la res.

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